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El concierto de Clandestina Big Band recauda más de 2.000 euros para la Fundación ICOMEM

El importe se destinará al proyecto de promoción del acogimiento familiar de menores víctimas de maltrato dentro del Programa de prevención, diagnóstico e intervención de maltrato infantil de la Fundación ICOMEM.

LA CLANDESTINA BIG BAND, en el más puro estilo del swing de los años treinta en Estados Unidos, inauguró las  veladas musicales con las que el ICOMEM celebra este año su 125 aniversario.


Más de 400 personas asistieron en el Gran Anfiteatro al concierto de estos 17 músicos, entre los que se encontraban Ismael Rodríguez y Estrella Serrano, dos médicos apasionados por la música y las trompetas que compartieron con los colegiados de
Madrid esta noche mágica.

“Estamos acostumbrados a tocar en otro tipo de recintos. Actuar en un sitio con tanta historia y poder compaginar mis dos pasiones es una pasada”, dijo Ismael Rodríguez, médico internista en el Hospital de Talavera de la Reina y trompeta tercera en la Clandestina Big Band.

Junto a ellos, cuatro trombones, cuatro trompetas, cinco saxofones y una sección rítmica compuesta por batería, bajo, piano y guitarra, interpretaron canciones tan populares como el clásico blues Switch in Time o Orange Colored Sky que entusiasmaron al público asistente. Las sucesivas ovaciones demostraron la admiración de un público que ha contribuido a recaudar fondos para financiar el proyecto de Promoción de Acogimiento Familiar de Menores Víctimas de Maltrato de la Fundación ICOMEM.

La doctora Luisa González, vicepresidenta del ICOMEM y presidenta de la Fundación, agradeció a todos su ayuda en este proyecto. “Queremos estar a la vanguardia de las necesidades y por eso nos queremos centrar en un problema muy concreto, como es el maltrato infantil. Su  colaboración a través de este evento es muy importante y les estamos muy agradecidos», dijo la Dra. González durante el acto. En medio de este éxtasis musical, saltaron al escenario dos bailarines que invitaban a los asistentes del teatro a moverse al contagioso ritmo de la música. A la salida, el público no dejaba de elogiar el espectáculo de la Clandestina Big Band. Rosa Paris, una de las asistentes al concierto, aseguraba que ha estado “en otros conciertos de jazz, pero este ha sido uno de los que más me ha gustado, sobre todo porque hayan incluido bailarines. Ha sido todo una experiencia”.

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